domingo, 28 de febrero de 2010

El apriete


Lugar Común--------------Martes 24 de noviembre/09.

La semana pasada alguien, un anónimo, enviaba un mensaje a la radio diciendo que “siempre lo mismo y que me dejara de joder con la comuna y con Ruiz”. Y la verdad que uno también quisiera dejar de referirse a este tema y poder hablar de otras cosas. Pero uno no maneja, no inventa, no fabrica los acontecimientos y los hechos y tampoco puede dejar de referirse o eludirlos, menos aún desde un medio de comunicación en el que pretendemos poner en el tapete los hechos que hacen a la vida de una comunidad como la nuestra. Por su puesto que podríamos optar por hablar del partido de futbol de anoche, de las efemérides del día, del parte de prensa policial, de algún programa de la tele, como hacen otros; pero no haríamos mas que eludir lo que es trascendental en la vida de una comunidad. Y los hechos trascendentales uno no los elige, vienen se dan. Ni siquiera los mismos protagonistas de un hecho lo arman, lo fabrican en su totalidad. Apenas son una parte. Tienen un participación importante pero no son fabricantes absolutos de los hechos. Pero yendo al punto, este conflicto nunca cerrado, entre la comuna y los empleados de la planta permanente no deja de presentar otras aristas. La novedad ahora se trata de la carta hecha pública que la comuna con la firma del presidente Celestino Nicolau le envió con fecha 20 de noviembre al Secretario Gral. del gremio Sr. Antonio Ruiz en la que le manifiesta dirigiéndose al dirigente gremial Ruiz que “reflexione acerca de las medidas que planea adoptar en procura de defender los derechos de los trabajadores que dice defender y donde lo hacen responsable en caso de daños a los bienes y las personas que se causen por su accionar y el de los manifestantes que usted colecte y traiga a Hersilia para ejercer mayor presión a estas autoridades”. Y más abajo del texto lo invitan “a encauzar sus reclamos por la vía judicial a efectos de someter el decisorio a un tercero imparcial en post de resolver quien tiene razón”. El último párrafo señala que “estas autoridades ponen en su conocimiento que utilizarán todos los mecanismos que la ley le concede a efectos de facilitar la prestación de los servicios básicos, el libre acceso y egreso del palacio comunal y demás dependencias y la libertad de tránsito en la arteria de Roque Saenz Peña a la altura del 400”. No sé que pensará el o la oyente (lector o lectora) que está escuchando (leyendo). Cada cual pensará lo que le parece, lo que crea o lo que le convenga pero ¿si esto no es un apriete de la comuna hacia el gremio que es entonces?. Si no es un apriete que alguien me diga que es. Creo que se equivoca la comuna primero al prejuzgar que van a existir daños a bienes y personas y segundo cuando, más allá de a quien sea que le asista la razón en este conflicto, exhorta al gremio a que no se manifieste. Siendo que el reclamo, las medidas de fuerza, los paros y demás son herramientas legales y legítimas de todo gremio. Está muy bien que la comuna invite a resolver la cuestión por la vía judicial y que sea la justicia la que decida quien tiene razón, pero se equivoca cuando pretende que un gremio no se manifieste. El reclamo, insisto, mas allá que tenga o no la razón, es un derecho que para ejercerlo costó históricamente mucha sangre y es una de las herramientas que hacen a la esencia de un gremio. Es como que le pidan a la comuna que no administre los recursos comunales. La comuna debe hacerlo porque para eso lo eligió la mayoría. A nadie se le ocurriría exhortar a la comuna para que no haga lo que es una de las actividades esenciales. La comuna sostiene que siempre tuvo las puertas abiertas para dialogar y que conoce los derechos de los trabajadores y de hecho en la primera etapa de esta gestión este gobierno mejoró los sueldos, tuvo un trato mejor con los trabajadores en comparación con la anterior administración y lo dijimos reiteradamente. Desde la comuna sostienen con sinceridad que han hecho todo lo posible, es probable. Pero esta carta no deja a uno de sorprenderlo. Creo que la comuna se equivoca y lo que hace con esta carta es provocar el efecto contrario al que desea. Que es tratar de inducirnos a pensar que un reclamo salarial es igual a violencia y caos. Pregunto, para cerrar, y le dejo la pregunta: ¿alguien puede pensar que con una carta exhortando a un gremio a que no se manifieste puede frenar un reclamo o una manifestación?

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