miércoles, 16 de febrero de 2011

"Es un derecho estúpido"



Con fecha 14 de febrero Fernando Albrecht publicó en su blog “El circo de la vida”:

Un poco de libertad en el aire.

En estos días hemos podido disfrutar, en Hersilia, de una amplitud de emisoras radiales en F.M. un poco, o bastante mayor, que lo acostumbrado en los últimos años, más exactamente desde la aparición de otra F.M. a la que ya existía en el pueblo. Desde que esta sale al aire en el 103, en casi todos los hogares del pueblo es difícil poder sintonizar otra radio que no sea esta, y en un puntito casi imperceptible la 92, dado que la primera aparece en casi la totalidad del ancho de banda.
Por estos días, algo ha pasado y dicha F.M. no ha salido al aire, por lo que he recuperado en mi casa la posibilidad de escuchar a quien yo quiera, no sólo con mayor nitidez la otra F.M. local sino las de pueblos y ciudades vecinas.
Tengo dos deseos pero me parecen irreconciliables: que la F.M. 103 supere sus inconvenientes técnicos y esté al aire nuevamente, y que cuando esto suceda yo pueda seguir escuchando a quien quiera escuchar. De lo contrario creeré que quien se hace escuchar a la fuerza o por imposición recurre a esto porque de lo contrario podría no ser escuchado. Las audiencias se ganan en buena ley. Que así suceda.


Hasta aquí, lo que escribió Fernando Albrecht en su blog.
En sintonía con lo dicho arriba, de nuestra parte, hace tiempo que ya nos hemos expresado sobre este inconveniente que afecta a nuestra emisora por no poder ser escuchada en forma clara por razones ajenas a esta radio y afecta a los oyentes que quieren escuchar esta emisora en forma nítida u otras de localidades vecinas. Para ser mas preciso desde que la otra radio cambió su frecuencia de 102.5 a 103.3 (hace mas de 4 años) automáticamente empezaron a aparecer los consabidos inconvenientes para nosotros y los oyentes que quieren tener un espectro mas amplio a la hora de escuchar otras FM y sintonizar la 92.5 sin dificultades ni ruidos molestos.
Una vez más, se pudo comprobar claramente, que en estos días en que la otra emisora estuvo parada, todos los oyentes de radio pudimos apreciar lo bien que se puede oir esta radio y además que es posible sintonizar  y escuchar las de la zona sin impedimentos. Queda más que claro entonces desde donde proviene el barrido del dial y el acaparamiento del aire.
Al igual que el autor del “El circo de la vida”, también es nuestro deseo que pueda, la otra radio, solucionar este inconveniente técnico y que la solución venga acompañada de una solución mas amplia y definitiva para que las ondas que emite no perjudiquen al resto. En el marco de un mundo que necesita imperiosamente del respeto mutuo e ir dejando en el atrás las avivadas que solo tienen como objeto joder al otro para pasarlo por encima.
No tiene ningún sentido hacerse escuchar forzosamente, cueste lo que cueste. La audiencia se gana dignamente, no hay que hacerle caso al mensaje capitalista que nos dice que el otro es un enemigo peligroso al que hay que atacar.
Hace un año que nuestra FM logró obtener la licencia habilitante, y para lograrlo tuvo, entre otros tantos requisitos, ajustarte a parámetros técnicos.
También desde esta radio abrigamos la esperanza que la solución del inconveniente técnico que tiene la otra emisora venga acompañada de una solución definitiva, caso contrario seguiremos pensando que no hay intención de jugar limpio en un pueblo donde necesitamos convivir dignamente.  


 Poder escuchar todas las radios FM es un derecho que tenemos todos. Elegir que radio queremos escuchar debería ser tan simple como girar un perilla o apretar un botón de nuestro aparato receptor y ubicar el dial en la estación que queramos escuchar.
Esto que parece tan sencillo como prender una radio y escuchar en un dial cualquiera, desde hace 4 años, en nuestro pueblo no sucede. Una estación radial acapara toda la línea del dial y hace que en algunas zonas del pueblo otras ondas de frecuencia modulada deban esforzarse, casi siempre sin éxito, para poder aparecer en el dial y ser escuchas. Por lo tanto el derecho de los hersilienses de escuchar todas las radios es un derecho cercenado. Hay habitantes del pueblo que desde un principio, en la calle, en reuniones familiares; fueron expresando esta molestia. Por estos días, en un blog y desde algún micrófono algunos hersilienses hemos vuelto a expresar nuestro derecho a poder escuchar la radio que tengamos ganas de escuchar; no la que se nos imponga por la fuerza. Entendemos que si hay un derecho merecido y por alguna circunstancia no lo tenemos hay que solicitarlo, reclamarlo, lucharlo. Aceptar a no tenerlo es someterse a la resignación y el fatalismo. Aceptar mansamente es convalidar el atropello.
Sin embargo, por fortuna, no todos siempre aceptamos que algún derecho nos sea negado. Por eso nos expresamos, por eso existen en el mundo campañas de todo tipo, por eso se juntan firmas, se hacen reuniones, se debate, se dice, se grita, se marcha, se lucha. Hay luchas grandes y chicas, esta seguramente es muy pequeña, si la comparamos con otras y las pusiéramos en orden de importancia seguro que estaría casi última. Pero el gesto, el decir basta a tiempo, si fuese una práctica mas habitual seguro que tendrías mas derechos plenos vivitos y coleando.
Por ahora la respuesta al reclamo del derecho en cuestión fue tratar de estúpidos a los reclamantes, descalificarlos y desviar el eje del tema sin aprestarse a solucionar el problema que causa.
Para quien debe dar una respuesta, una aclaración: el eje del tema es que hay un derecho cercenado y la solución es un ajuste técnico. Tan simple y tan silvestre. Parafraseando a Clinton (cuando dijo…“es la economía estúpidos”): “Es un derecho estúpido”.