Lugar Común----------------Lunes 31 de mayo/10.
La noticia local más fuerte por estos días, la que más impacta, es la renuncia de casi todas las integrantes de la Comisión de Cultura del Liceo Comunal. Es impactante por la contundencia del hecho, no fueron uno o dos las renunciantes sino que fueron 15 de un total de 17. Impacta porque nunca, desde la vuelta de la democracia, se produjo una renuncia tan masiva de una comisión que siempre es afín o del palo, del presidente comunal de turno. Pero además de impactante, tiene algunos aspectos sorprendentes y otro no tanto. Sorprende porque se trata de gente que habitualmente apoya incondicionalmente al presidente o a la comisión comunal, inclusive más de una vez integrantes del liceo comunal integran la lista comunal cada vez que hay elecciones comunales. Lo sorpresivo es constatar que quienes hasta ayer eran incondicionales hoy deciden renunciar. Evidentemente algo importante tiene que darse para que esto se produzca. No hay sorpresas sobre estas renuncias si observamos un poco mas profundo y retrocedemos en el tiempo. Hay antecedentes de ex integrantes de la comisión comunal muy cercanos a Celestino Nicolau, como es el caso de Quida y Luis Tosello, que no son mas parte activa de la administración de Nicolau. Las razones, de quienes de fueron alejando, generalmente son que sus opiniones no son tenidas en cuenta. En términos generales, una de las renunciantes de la comisión de cultura señala que se encontraba con decisiones relacionadas con actividades competentes a la comisión de cultura que eran decididas desde la presidencia comunal sin que nadie de la comisión de cultura sea consultada. Como se dice, la comisión de cultura estaba “pintada”. De golpe debían aceptar cuestiones sobre las que no habían sido consultadas. Esta situación, como es lógico suponer, fue desgastando las ganas de hacer algo y la relación con el ejecutivo comunal. A esta altura de la gestión de Nicolau, no hace falta ser integrante de la Comisión Comunal o la de cultura, sino que cualquier hersiliense que tenga que dirigirse a la comuna por un tema menor, de rutina o sin transcendencia, debe hablar con el presidente comunal. O sea, todo pasa por el la máxima autoridad comunal, por mas insignificante que sea la cuestión. El manejo es absolutamente personalista. No es la primera vez que esto pasa, y tampoco es el primer presidente que, posiblemente por falta de confianza en su gente, termina centralizando todas las decisiones, lo cual, como es lógico, termina provocando el alejamiento de sus allegados. Quida, Tosello y casi la totalidad de la comisión de cultura no es fruto de la casualidad. Convengamos que no sobra gente, no digo capaz porque hay mucha gente capaz en el pueblo, con ganas de aprender en todo caso, que pueda presentar proyectos y gestionarlos. Pero un buen dirigente lo que debe tratar de hacer es rodearse de gente que pueda acompañarlo y sostenerlo en un clima de confianza mutua. No sobra gente pero la hay, y esta diáspora, de quienes podrían estar sosteniendo su gestión debilita su gobierno. Esta forma personalista de gobernar, está desgastando la gestión de Nicolau, porque cuando los más allegados comienzan a saltar del barco, el resto de la comunidad, empieza a mirar de reojo su administración. De seguir así, de no haber un cambio de rumbo en el manejo de las decisiones comunales, si no abre el juego, si no empieza a integrar gente, a discutir ideas, a pensar junto a otros, y si no hace una lectura de lo que esta pasando, esta gestión de Nicolau se ira desgastando irremediablemente.
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